El trastorno infernal
Al despertarse para ir al baño, el hombre sintió algo peculiar a sus
espaldas. Cuando se dio vuelta no vio nada y siguió su camino hacia el baño.
Volvió a su cama y escuchó chicos jugando, algo no común ya que viva solo. No
le prestó atención, se acostó y siguió durmiendo.
Unas horas más tarde, el hombre se despertó
al escuchar ruidos en el ático. Tomó su arma y subió. Cuando llego,
aterrorizado vio en un rincón a un pequeño chico. El anciano le preguntó
quién era y qué hacía en su casa, en ese momento, el chico bajó corriendo. El
hombre lo corrió, pero el chico desapareció al dar vuelta en una esquina de la
casa. El señor, enloquecido, salió a la calle y gritó:"¡Un fantasma, un
fantasma! ¡Que alguien me ayude!" Al escuchar los gritos del anciano
los vecinos salieron a ver que pasaba y gritaron: "Alberto, Alberto ¿qué
pasa?"Cuando le explico la historia, los vecinos no le creyeron y
volvieron a su casa.
Al otro día, a la misma hora de la
aparición, Alberto lo estaba esperando con su arma pero esta vez el chico no
vino solo, esta vez vinieron dos fantasmas mas con el. A la hora de verlos, se
quedó paralizado y los fantasmas le empezaron a decir que querían se cuerpo
mortal para volver a la vida. El anciano se negro y salió corriendo, pero los
fantasmas lo dejaron sin salida. En un parpadeo Alberto pasó de estar en su
casa a un lugar donde nunca había estado. Desde ese momento Alberto no fue
nunca más el mismo, algunos dicen que su cuerpo está sobre la Tierra pero su alma no y
otros dicen que se volvió loco.